Concurso de acreedores; ¿qué es y cuándo puede una empresa solicitarlo?
En los últimos meses, debido a la situación que estamos viviendo derivada de la crisis del coronavirus, muchas empresas han pasado por dificultades financieras. No poder pagar con regularidad las deudas, la falta de actividad, los cierres temporales, etc. han propiciado que cada vez sean más los empresarios que soliciten el concurso de acreedores.
¿Qué significa que una empresa esté en concurso de acreedores?
En el momento en que una empresa o un autónomo tiene problemas financieros de gran importancia, y se vea incapacitado para poder solventar las deudas, se da el concurso de acreedores.
Se trata de un procedimiento judicial en que los acreedores pueden cobrar lo que la empresa les debe. Como consecuencia, la empresa puede acabar en quiebra. Aunque siempre que se pueda, se intenta buscar la forma para que el negocio continúe.
Por lo tanto, es un instrumento que toda empresa tiene para solventar una situación económica extraordinaria y de crisis.
Actualmente se está forjando una crisis económica provocada por el parón de la actividad durante el estado de alarma. Esto está afectando muy negativamente a la viabilidad de miles de empresas de nuestro país. Sobre todo si hablamos de pymes y autónomos.
Ahora, muchos negocios se plantean qué pasos deben seguir para evitar tener que echar el cierre ante el aumento de impagos. El concurso de acreedores está ideado para evitar los efectos negativos derivados, como el impago a los trabajadores.
Si se llegara a esta situación, este mecanismo se encarga de resolver el mayor número de deudas posibles. También se ocuparía de asegurar que ningún acreedor tenga preferencia en perjuicio de otros acreedores.
¿Quién y cuándo se puede solicitar?
Debe ser solicitado por el deudor o bien requerido por uno de los acreedores y el mediador concursal. En el caso de que el deudor sea una persona jurídica, son las entidades de declaración del concurso de acreedores, el órgano de liquidación o administración.
En el momento en que el deudor tiene conocimiento de insolvencia, es obligatorio por ley que pida el concurso de acreedores antes de que se cumplan dos meses.
Preconcurso de acreedores
También existe un supuesto recogido en la reforma de la Ley Concursal de 2009, que permite un margen temporal más amplio a las empresas que tengan dificultades, es el llamado preconcurso de acreedores.
Con este mecanismo, la empresa deudora no está obligada a presentar el concurso para empezar a negociar con sus acreedores. Por lo tanto, dispone de tres meses más para intentar solucionar la situación. Superado este período, el deudor está obligado a solicitar el concurso dentro del mes siguiente. La empresa dispone en total de seis meses para reconducir su economía.
Una vez que una empresa o autónomo ha sido declarado en concurso de acreedores, tiene una serie de obligaciones. Algunas de ellas son las limitaciones sobre su patrimonio. Si eres empresario y tu empresa está sufriendo dificultades económicas, te recomendamos consultarnos sobre esta herramienta. Resolveremos tus dudas y te asesoraremos en todo lo posible.